De esa agua no he de beber jamás Me dije a mi misma un día Pero volví a beberla que ironía Y quería de ella más y más. . . Y en un desierto así me sentía Y en un oasis parecía hallarla Era un tesoro para mí encontrarla Encontrarla en medio de mi agonía Cansada no encontraba el valor De dejarla y seguir adelante Era para mí una constante Ya que ella saciaba mi calor Mas esa agua sólo saciaba a mi cuerpo Pero no saciaba el calor de mi alma Que prefería que este cuerpo este yerto Antes de volver a probarla Más que sabe el cuerpo lo que siente el alma Pues este con alimento solo se recupera Más el alma no encuentra la calma Esta constante la desespera. Si pudiera ella volar por el viento No dudaría un momento Dejaría este cuerpo Y con él el sufrimiento Pero este cuerpo siente que el corazón No late de la misma manera Y hoy puso a cargo a la razón Para que haga con él lo que quiera. Y ésta ha hecho un pacto con su alma De dejar atrás el desconsuelo Esa agua jamás volverá a ser probada Ya que hoy mismo dejarán aquel suelo. |
jueves, 5 de febrero de 2009
ESA AGUA NO HE DE BEBER
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1 comentario:
Un grato palcer conocer el fragor y la intensidad de tus versos. Espero regresar por aquí.
Nos leemos.
Saludos...
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